Ramo de Alhelí

Aunque existen varias especies de alhelí, la más extendida es la que lleva el sobrenombre de 'encarnado' o 'cuarenteno'. El nombre científico de esta flor de penetrante perfume y de hoja perenne es 'Matthiola Incana' y pertenece a la familia de las Crucíferas (la denominación se debe al doctor personal y botánico que tuvo el emperador Maximiliano de Austria).

Su cultivo es originario de toda la cuenca mediterránea, siendo muy habitual encontrarla en jardines costeros. También se cultivaba desde tiempos remotos en las Islas Canarias, donde es una especie muy apreciada. Existen otras especies, además de la variedad 'encarnada', como puede ser el alhelí de campo ('Matthiola Fruticulosa'), con flores muy llamativas, o el alhelí amarillo ('Cheiranthus Cheiri'), con propiedades terapéuticas.

Descripción

Puede llegar a alcanzar una altura de hasta 80 cm. pero la media abarca un margen de entre 30 y 60 cm. de tallo. La base de esta planta es leñosa y presenta unos tallos altos, erectos y de gran fortaleza. Las hojas que posee el alhelí son lanceoladas, estrechas y se agrupan. Sus flores llaman la atención debido a su disposición en grandes espigas que contienen, a su vez, apretados racimos. Estas flores de cuatro pétalos pueden encontrarse en varios colores, desde el más común, el blanco, hasta el púrpura.

Cultivo

La planta que sustenta esta magnífica flor es apta para el cultivo en macetas y luce muy bien en balcones y terrazas. Si decidimos plantarla, la estación elegida será el otoño, pero también podemos hacerlo en primavera para poder tener ejemplares de alhelíes durante los meses de verano. La estación estival es la correcta para llevar a cabo la multiplicación.

El sol beneficia mucho su crecimiento, ya que la luz facilita en gran medida su germinación. Soporta temperaturas mínimas de hasta 5º C y máximas de hasta 23º C. En lo que se refiere al riego, éste deberá realizarse dos veces por semana. Los terrenos más aconsejables son aquellos que responden a las características de ligero y blando. Es importante también que el suelo en el que agarren esté bien abonado para que los ejemplares no se vuelvan amarillos y las hojas se tornen débiles. Un exceso de abono tampoco es bueno puesto que las hojas se oscurecen.

Floración

Si las condiciones meteorológicas son aceptables, la floración deberá producirse entre los meses de marzo y julio. Las variedades de invernadero son más rápidas en germinar, ya que, en una media de 15 semanas, ya tendremos las primeras flores. Existen variedades de exterior que pueden florecen a partir de enero si se procede a su siembra entre julio y septiembre.

Cuidados para la flor cortada

Las flores de alhelí cortadas aguantan con el agua del florero una media de 10 días, siendo su perfume de gran potencia hasta el final. Si se elige un ramo de estas flores para adornar algún rincón de la casa, lo mantendremos alejado de alimentos como las verduras, así que la cocina no es un buen lugar para colocar un jarrón con alhelíes.

Con objeto de conservarlas el mayor tiempo posible, deberemos cambiar el agua cada 48 horas y también podemos ayudar a su perdurabilidad, añadiendo al agua alguna pastilla que nos recomienden en la floristería. Entre sus usos igualmente se encuentra la ornamentación y los detalles florales como orlas o bancales.